En esta segunda entrega reflexionamos sobre la irrupción de Clubhouse como el nuevo competidor por nuestra atención. Hablaremos de las diferentes redes sociales y plataformas, el modo en el que compiten por nuestra atención, cómo democratizan la capacidad de generar contenido y cómo abren también la puerta a que opiniones poco rigurosas encuentren un gran altavoz.
Nos gustan los temas con aristas, es lo que los hace atractivos para nosotros. Clubhouse no nace en un contexto desinformado como otras redes sociales previas. Esta app de reciente creación se nutre de muchas experiencias previas. Por esta razón hay ciertos aspectos que esperamos que el equipo de Clubhouse haya tenido en cuenta a la hora de crear la visión para su plataforma. Hay una máxima que el diseño debería afrontar siempre: do no harm!
¿Es Clubhouse una plataforma diseñada en torno a unos principios positivos para crear un sistema enriquecedor?
¿Se diseñan este tipo de apps más allá de la interacción, lo visual y el rendimiento técnico, es decir, se diseñan para las consecuencias, lo inesperado?
Can Clubhouse Move Fast Without Breaking Things?
Cuando aprenderemos que el modelo de la velocidad de crecimiento sin miedo a romper cosas no es bueno a la larga. ¿Dónde está la defensa de lo pequeño, de tiempo para madurar?
Todas las redes sociales de éxito tienen un ciclo de vida que va más o menos así: ¡Vaya, esta aplicación sí que es adictiva! Mira todas las formas divertidas y emocionantes en que la gente la usa. Oh, mira, ¡también puedo obtener mis noticias y comentarios políticos aquí! Esto va a empoderar a los disidentes, promover la libertad de expresión y derribar regímenes autoritarios. ¿Por qué los trolls y los racistas tienen millones de seguidores? ¿Y de dónde vienen todas estas teorías de la conspiración? Esta plataforma debería contratar a algunos moderadores y arreglar sus algoritmos. Vaya, este sitio es un pozo negro, voy a borrar mi cuenta.
Lo notable de Clubhouse es que parece estar experimentando todo este ciclo de una sola vez, durante su primer año de existencia…
…"Grandes problemas de privacidad y seguridad, mucha extracción de datos, uso de dark patterns, crecimiento sin un modelo de negocio claro. ¿Cuándo aprenderemos?" Elizabeth M. Renieris, directora del Laboratorio de Ética Tecnológica de Notre Dame-IBM, escribió en un tuit esta semana que comparaba a Clubhouse en este momento con los primeros días de Facebook.
“You become hostage to their worldview”: The murky world of moderation on Clubhouse. A playground for the elite
Clubhouse tiene problemas con el contenido. Y parece irónico que un producto que se basa en el contenido como eje de creación de valor, no haya puesto este en el centro de su proceso de diseño. El problema de diseñar solo basándonos en la “interacción” supone que los retos humanos reales se dejan para resolver después, cuando aprietan. Esta es una app para crear contenido, ese es su driver de valor para entregar la promesa de su propuesta de valor. Ese debería haber sido su principal objeto de diseño.
En teoría, Clubhouse es consciente de sus deficiencias en materia de moderación, que han llamado la atención en el pasado. Según las personas con las que he hablado, sus fundadores han hecho gestos para regular la aplicación. Tracy Chou, directora general de Block Party, una aplicación que bloquea el acoso en línea, dijo que Seth se puso en contacto con ella a principios de este año para discutir las mejores prácticas contra el acoso y la moderación para Clubhouse. Chou dijo que ella y Seth, ambos ex alumnos de la Universidad de Stanford, mantuvieron largas conversaciones telefónicas sobre la complejidad de la moderación. Dijo que le explicó que la moderación va más allá de añadir bloqueos y otras características técnicas; también requiere establecer normas comunitarias y pensar en las políticas de la plataforma. Aunque Seth parecía entusiasmado con la idea de que los usuarios asumieran las funciones de moderación por su cuenta, Chou dijo que subrayó la necesidad de contar con moderadores pagados que sepan lo que hacen.
Clubhouse Makes Way for Influencers
Los content creators ya suponen una industria de alrededor $11 billones según algunas fuentes. De hecho es curioso ver como celebridades del mundo del cine y la televisión están intentando emular el estilo de los influencers.
Sin embargo la forma en la que nos relacionamos con las celebridades de siempre no es igual al impacto emocional que tienen los influencers. Personas como nosotras que parecen muy cercanas y reales. ¿Se piensa en el modelo influencers dentro del diseño de estas plataforma más allá que como modelo de negocio?
En 2020, sin embargo, los inversores parecen haber aceptado finalmente la economía de los influencers como un negocio legítimo. REMUS, una empresa de capital riesgo en fase inicial, contrató recientemente a Josh Richards, una estrella de TikTok de 18 años, como socio de riesgo. Los inversores de la aplicación han empezado a preguntar cómo monetizan sus cuentas los creadores de otras plataformas, como OnlyFans. Un fundador tecnológico tuiteó recientemente que una estrella de YouTube de 9 años que ganó 30 millones de dólares este año debería haber ganado más.
"Siento que algo ha cambiado palpablemente en el último año entre los inversores, y parece que todo el mundo habla ahora de la economía de los creadores e invierte en herramientas para ellos", dijo Li Jin, fundador de Atelier, una empresa de V.C. que invierte en la economía de los influencers.
Can Clubhouse cash in?
Una app como esta nacida con la monetización en la frente, enfrenta desafíos de diseño para conseguir hacerlo de manera sostenible y sobre todo frente al escrutinio público.
Elon Musk, consejero delegado de Tesla y entusiasta de Internet, ha recibido mucho crédito por impulsar el reciente y explosivo crecimiento de la popularidad de Clubhouse. De hecho, poco después de que Musk hiciera su primera y única aparición en la aplicación el 31 de enero, esta se disparó en China, Japón, Taiwán y Hong Kong, pasando de 3 millones de usuarios a 5 millones "casi de la noche a la mañana".
The Problem With Influencers
…Casi un amigo de verdad -casi- y, sin embargo, después de todo este tiempo, nunca los has conocido. Pero este pequeño bache no te ha impedido absorber toda esta información sobre ellos, así como apoyarlos económicamente. Todo porque sientes una profunda ternura por ellos, una persona que no sabe que existes.
Este fenómeno se denomina relación parasocial, una relación unilateral en la que una de las partes dedica su energía emocional, su interés y su tiempo mientras la otra permanece felizmente ignorante de su existencia. Este término fue acuñado por los psicólogos Donald Horton y Richard Wohl en un estudio realizado en 1956, en el que concluyeron que las personas que consumían medios de comunicación de masas como la radio, la televisión y el cine desarrollaban sentimientos de intimidad hacia los intérpretes que eran análogos a los que tenían hacia las personas que conocían en la vida real.
…No te sientas mal, todos hemos pasado por ello. En mi caso, mi primera relación parasocial tomó la forma de una leve obsesión por Justin Bieber, que hizo que mis padres desembolsaran considerables cantidades de dinero para mantener nuestra (como yo lo habría dicho a los 13 años) "relación".
…Los influencers son supuestamente diferentes de las celebridades tradicionales, ya que nuestro apego a ellos no se basa en su superioridad percibida, sino en su similitud con nosotros. Activan nuestra homofilia, nuestra tendencia a crear vínculos sociales con personas que nos recuerdan a nosotros.
Clubhouse es muy interesante porque explora un mundo hasta ahora aparentemente vintage, el mundo del audio en vivo. Usando la aplicación se encuentran muchas conversaciones interesantes, personas interesantes y contenidos que ninguna otra plataforma ofrece ahora mismo.
Sin embargo, el rapidísimo crecimiento de esta app, apenas nacida, sus enormes desafíos de diseño desde el lado humano y la vertiginosa carrera hacia la monetización pueden servirnos de reflexión, y esperemos que no se convierta en una moraleja, para pensar en cómo se deberían diseñar este tipo de plataformas.
¿Son los modelos de cultura digital americanos los modelos que deberíamos fomentar? ¿Cómo incluir en el proceso de diseño las dos cosas que son el centro de estas plataformas, las personas y el contenido?
¿Y tú qué piensas?
Bola extra: aquí tienes una alternativa a Clubhouse
Gracias por escucharnos y leernos y hasta la próxima ;)
